domingo, 14 de febrero de 2021

Políticos y capacidad para convivir

  




Como seres humanos tenemos escenarios obligados que recorrer  en esta corta vida, los mismos que son:

a) la familia

b) La escuela / colegio

c) Los lugares de trabajo

d) la comunidad

Estos escenarios están marcados por un denominador común que se llama educación; en nuestra temporal vida , desde que nacemos hasta que morimos, nos acompañan la enseñanza y el aprendizaje, estos son los pilares de la educación. Por lo que educación es una transformación en la convivencia, tal como lo expresa con mucho acierto el profesor Humberto Maturana.

La vida de una persona no es tan compleja, la complejidad surge en la convivencia; y como nadie vive solo, siempre convivimos con alguien: en lo familiar, en lo educativo, en lo laboral y en lo comunitario. Esta convivencia se sustenta en cinco pilares, los mismos que son:

1. El amor.- Reconocer al otro como un legítimo ser humano, junto a uno. Eso implica virtudes, defectos, errores, aciertos, la diversidad en toda su amplitud; los seres humanos no somos iguales.

2. El respeto mutuo.- Hijos deben respetar a sus padres, pero los padres también deben respetar a sus hijos; los estudiantes respetar a sus profesores, pero los profesores también deben respetar a sus estudiantes; los gobernados respetar a sus gobernantes, pero los gobernantes también deben respetar a los gobernados...

La conversación.- Algo que nos hace humanos es la conversación (que significa, dar vueltas juntos ) , no podemos conversar con un hijo, con un estudiante, con la esposa o esposo...si una de las partes no no desea; tenemos que ser respetuosos de ese derecho que tenemos los seres humanos inherente a la privacidad. Aprendamos a conversar en la familiar, en lo político y en lo ciudadano.

La colaboración.- No es obligación colaborar con nadie, es voluntario, pero es realmente edificante, gratificante cuando colaboramos con una causa, persona o comunidad...en el aseo , ornato de nuestras comunidades, ciudades, etc. 

La reflexión.- La realidad siempre es interpretada, por lo tanto, nada está en firme, todo es hipotético; debemos ser flexibles en nuestros conceptos, opiniones, tener apertura para escuchar al otro; nadie tiene la última palabra. Lo rígido es carente de vida, lo vivo es flexible.

Tenemos diversos tipos de convivencia: armónica, inarmónica, violenta, agresiva, tóxica, formativa, destructiva, etc.

Podemos revisar el tipo de convivencia, evaluando sus pilares y sus respectivos ámbitos: familiar, educativo, laboral y comunitario.

Sin lugar a dudas el ámbito más importante es el familiar, ya que en él es que comenzamos a aprender lo que nos enseñan: a comer, asearnos, saludar, respetar, compartir, caminar, vestirnos, sentarnos en la mesa a compartir alimentos, a pedir, etc. Todas estas enseñanzas y aprendizajes están marcados por la manera , la forma cómo nos enseñan...si esa enseñanza es respetuosa, violenta, agresiva, etc. 

Recordemos que los primeros maestros son los padres, las primeras enseñanzas se dan en la familia...de ahí seguimos a la escuela / colegio, es esos lugares nos instruyen y refuerzan la educación que recibimos en la casa...luego seguimos a los lugares de trabajo, los mismos que son espacios de aprendizaje, de enseñanza y especialmente de prácticas...siempre estamos conviviendo en una comunidad, sea el barrio, la ciudadela, la urbanización, cotización , etc. 

La educación recibida, aprendida en casa, se verá reflejada en todos los demás escenarios, especialmente en la vida ciudadana, en la capacidad de respetar los espacios y bienes públicos, de saludar, de respetar a niños, adultos, mujeres, adultos mayores, normas, leyes, etc. Si algo falla en educación , falló la familia.

Sin familia no hay educación posible, no hay nada; hay personas que jamás asistieron a una escuela, colegio o universidad; y son mucho más educadas que otras que están cargados de títulos de tercer y cuarto nivel, tienen PHD y, son muy mal educados, tratan muy mal a las personas, ofenden, descalifican, agreden, menosprecian. 

Esto es lo que lamentablemente observamos en el día a día especialmente en el campo político , en la Asamblea Nacional, la misma que tiene una convivencia poco armoniosa, la descalificación , el desprestigio al adversario es lo que prima; esa incapacidad para conversar, para dialogar con quien piensa diferente, para quien tiene puntos de vista opuestos a los nuestros...no solo se arrasa con esa persona , sino con sus partidarios, con su familia. Estos niveles de violencia no pueden seguir.

Muchos políticos aspiran a llegar al poder para vengarse de sus oponentes, para eternizarse en el poder, para enriquecerse a través d la corrupción; muy lejanos de la esencia de la política que es el arte de gobernar, de servir, de resolver problemas, de escuchar , de respetar, de ser flexibles.

Despleguemos la bandera de la educación , de la convivencia armónica, no permitamos la descalificación, la ofensa, venga de donde venga...sea de un presidente, ministro, funcionario público; todos merecemos respeto.

Esperemos que los próximos gobernantes fortalezcan la educación en la convivencia en todos los poderes del Estado, necesitamos desterrar la violencia como argumento.

Construyamos , educar y educarnos es el reto para tener ciudadanos serios, respetuosos y flexible; solo así tendremos comunidades seguras, solidarias y limpias.