domingo, 21 de agosto de 2016

ORIENTACIONES BÁSICAS PARA TRABAJAR EN PREVENCIÓN

La libertad no es la última palabra, sino la primera, no es el fin del camino, sino el comienzo del mismo, que abre paso a la responsabilidad.

Responsabilidad compartida es la clave en el abordaje del fenómeno socioeconómico de las drogas.

Un programa eficiente de prevención, desde el punto de vista antropológico social, no tiende a la supresión absoluta del mal ( S.I.D.A. , droga o mosquitos ), sino a la disminución del mismo y al incremento de los valores que favorecen su atenuación. De esta forma al iniciar un programa de prevención deberíamos preguntarnos, "Qué es prevención ?"

La propuesta es pensar en esta pregunta y pensar en relacionar ideas y generar conceptos. Por ejemplo, pensar en la prevención de la droga es relacionar la droga con la persona que la consume, con las motivaciones que la llevan al consumo, con su familia y el medio social en que se desarrolla. Cuáles son los valores preponderantes de esa persona, de esa familia y de esa sociedad ? Cuál es su estilo de vida ?

Nos preguntamos qué pasa en el sujeto, en la familia, en la sociedad para que sean atraídos por la droga y se produzca un proceso de desorientación y de carencias valorativas (incapacidad de reconocer los valores ) que pueda llevar al suceso que es el uso indebido de drogas.

Prevención es prever, es ver con anticipación.

La prevención implica un cuerpo de conocimientos y de práctica que se utilizan para llevar a cabo acciones tendientes a reducir determinados campos de problemas que dificultan el desarrollo y el proyecto del hombre en el mundo. Entendemos la prevención como las estrategias que tienden a anticiparse al suceso.. Por ejemplo, en un plan de prevención de la drogodependencia, esto significa anticiparse al suceso del uso indebido de drogas con un enfoque que ponga el acento en la modificación de los factores predisponentes, con el fin de transformarlos. En un plan de prevención del S.I.D.A., de igual manera, es imprescindible ver al S.I.D.A. como un suceso, precedido por un proceso cultural con implicaciones afectivas, sanitarias y sociales.

PREVENCIÓN ES UN PROCESO DE CONSTRUCCIÓN COLECTIVA QUE TIENE POR OBJETO EL DESARROLLO DE LAS POTENCIALIDADES DE LOS SUJETOS PARA ENFRENTAR CON MEJORES HERRAMIENTAS, LA VIDA QUE ELLOS DECIDEN VIVIR.

Necesitamos reformular las siguientes preguntas:

1. Es posible la prevención ?
2. Es deseable ?
3. Prevenir qué ?
4. Desde dónde ?
5. Hacia dónde apuntar ?

Hacia dónde apuntar ? 

La prevención apunta hacia el objeto, la droga o hacia el ser humano que se dirige a ella ?

Entendemos que debe apuntar al ser humano, que es fundamentalmente un ser a la intemperie. No puede vivir solo: necesita convivir. El hombre es con- el -otro, en - el - mundo, aquí y ahora. Mediante su acto de hoy resignifica su pasado y organiza su porvenir. El hombre es un ser gregario, necesita la grey , constituyendo esto una de sus necesidades fundamentales. Sólo a través de la fraternidad, la solidaridad y la comunicación los sujetos pueden acceder a la grupalidad; pueden pasar del sujeto en serie a los grupos humanos. A partir de esta visión del ser humano, apuntamos a una ética social fraterna, capaz de formar un entramado social continente, solidario y participativo, capaz de promover a todo el sujeto y a todos los sujetos, capaz de producir cambios en lo social, lo familiar y lo personal.

Desde dónde ?

La prevención debe abordarse desde la propia comunidad, desde la sociedad entera. No sólo desde los modelos profesionales, sino desde la articulación de éstos con el saber colectivo. No sólo desde los poderes públicos, a través de sus representantes, sino también desde velas organizaciones intermedias de la sociedad. Desde las distintas formas de conocimiento. Se debe generar conciencia y movilización en todos los componentes de la sociedad; no para ellos, sino con ellos.

Prevenir qué ?

Hay que prevenir la manera de vincularse con los objetos de consumo ( por ejemplo, las drogas ). Se debe prevenir la pasividad de los sujetos frente al protagonismo de los objetos, pensando que el problema de las adicciones es un problema de los seres humanos y de su modo de vincularse ( vínculos adictivos ).

Es deseable la prevención ?

Es deseable si previamente nos formulamos las anteriores preguntas : hacia dónde apuntamos ? Desde dónde lo hacemos ? Qué es lo que queremos prevenir ?. De lo contrario podríamos llevar a cabo acciones erróneas que, lejos de disminuir el problema, lo agraven. "Hay medios que no se justifican por ningún fin", decía Víctor Frank.

Es posible la prevención ?

Si, es posible, pero sólo si elegimos una forma de prevención activa y comunitaria que apunte al sistema de relaciones, o a los valores, al enriquecimiento de los espacios intersubjetivos, a crear una matriz afectiva con una ética social. De lo contrario, un modelo de prevención pasiva impide la aceptación de lo diferente y promueve el conformismo; no permite la comunicación y fomenta el autoritarismo.

Podemos proponer un programa de prevención que no privilegie, en sus mensajes, el miedo y la prohibición. Las campañas basadas en estos ejes están condenadas al fracaso, pues el miedo incentiva el desafío ( "a mí esto no me va a pasar" ), así como la prohibición promueve la transgresión y la marginación.
Entendamos la prevención dentro de una problemática más amplia, donde no sólo se trata de una dificultad personal, de una parte del sujeto, sino de todo el sujeto y que afecta a todos los sujetos. Es una problema de una sociedad consumista, en el que el consumo y la adicción a distintos tipos de cosas son ofrecidos como reguladores sociales que calman angustias y tensiones.

No podemos proponer un programa de prevención sino pensamos que lo que tenemos que hacer es la promoción de otros valores, la riqueza del contexto es lo que da la significación. No se puede pensar en un mundo sin personas, ni en personas sin mundo. Las relaciones interpersonales, los valores dominantes y el concepto de la salud en su relación con el ser humano nos permiten concebir un proyecto de prevención.

Todo esto supone un modelo de prevención , esta prevención es:

1. Activa, pues se realiza con la participación y el compromiso existencial de los mismos beneficiarios.

2. Integral, pues aborda las dimensiones de lo personal, lo familiar y lo social, y el diagnóstico de la situación y la búsqueda de situaciones se efectúan con la participación de la comunidad.

3. Adecuada al medio en la que se realiza, pues se considera que el problema no está en el S.I.D.A. , por ejemplo, sino en el cuerpo social en que se ha metido.Esto implica tomar conciencia de todos los recursos disponibles a efectos de potenciar acciones y decisiones de promoción de la salud.

4. Enfocada hacia todo el sujeto, en su dimensión biospsicosocioespiritual, y a todos los sujetos. La salud se entiende no como ausencia de enfermedad, sino,:

a) Como sentido de vida, en un proyecto de vida incluido en un proyecto familiar y social.
b) Como la posibilidad de escribir la propia historia vital en la propia familia, trabajo y la comunidad.
c) Como la posibilidad de expresar lo "no dicho" en el diálogo y la reflexión.
d) Como la posibilidad de sentirse querido y de querer, privilegiando el encuentro con el otro.
e) Como la posibilidad de transformar y de transformarse.
f) Como la posibilidad de comprometerse, participar y sentirse participando

Una visión antropológica de la drogodependencia se diferencia del habitual enfoque cultural que prioriza el objeto droga, la conducta adictiva, las perturbaciones psíquicas o el deterioro físico que la droga origina. Este enfoque pone a la droga en el centro del fenómeno del sujeto consumidor, asignándole un poder maléfico con exclusión antropológica, lo que paradójicamente da lugar a una actitud reduccionista, centrada en la droga. Debemos plantearnos la siguiente pregunta :

La droga es el origen del deterioro psicofísico y de los cambios de conducta del ser humano o es la forma de expresión de un vacío existencial, una carencia de valores y un proceso de incomprensión que padece el ser humano y que se manifiesta en una conducta adictiva frente al objeto "droga", por la que se le asigna un valor absoluto a los efectos relativos que la sustancia pueda tener, llevando a que la sensación de euforia, estado pasajero y relativo, se confunda con la felicidad, y el asignar sentido se confunda con buscar sentido ?.

El ser humano tiene carencias y potencialidades que tiende a satisfacer a través de aquello a lo que la cultura reinante le asigna el rol de satisfactor. Sus necesidades no sólo consisten en suprimir carencias, sino también y, fundamentalmente, en desarrollar sus potencialidades. Reducir las necesidades nada más que a carencias es minimizar lo humano con lo fisiológico. Reconocer las potencialidades implica humanizar lo biológico.








sábado, 13 de agosto de 2016

APRENDER A SER CIUDADANOS

La ciudadanía se construye en la vivencia cotidiana, no en el hablar.

Una vez más Humberto Maturana Romesín, nos proporciona orientaciones valiosas basadas en la convivencia, el respeto y la colaboración; dentro de un marco cotidiano centrado en la educación.

La convivencia exige el encuentro en un espacio de acciones y emociones comunes.

La educación indica Maturana, es una tarea central en la configuración de un país como un espacio de convivencia. Piensa que el tipo de país que queremos, la convivencia que queremos, es lo que de hecho determina qué hacemos como país en el ámbito educacional. Esta es la pregunta central:
Qué país queremos ?

Un país de mujeres y hombres que convivan en el respeto mutuo y que sean capaces de compartir de manera consciente la responsabilidad cotidiana de hacer del país un ámbito de convivencia en el que se viva en el respeto mutuo y en la colaboración, que es precisamente lo que hará que la gente de ese país viva así. Para que esto ocurra, es necesario satisfacer varias condiciones:

1. Debemos pertenecer a la misma cultura. Participar de los mismos valores y deseos fundamentales al mismo tiempo que vivir en el mismo espacio de acciones básicas, de modo que podamos de hecho participar en un proyecto nacional común en el que podamos actuar responsablemente sin requerir de un control externo aunque cada uno de nosotros haga algo diferente. 

Esto hay que aprenderlo, y para aprenderlo hay que vivirlo.

2. Debemos ser responsables de nuestros actos, conscientes de que con ellos vivimos la creación cotidiana del mundo que vivimos.

La responsabilidad consiste en darse cuenta de las consecuencias que las propias acciones tienen sobre otros seres, humanos y no humanos, ya sea directa o indirectamente, así como en darse cuenta de si uno quiere o no quiere estas consecuencias y en actuar de acuerdo con ese querer o no querer.

Pero, para ser responsable se requiere el poder reflexionar sobre los propios actos y tal reflexión consiste en mirar los propios actos sin apego, en el espacio de los deseos.

La reflexión, indica Maturana; es un arte que se debe aprender y para aprenderlo debe vivirse.

3. Debemos ser libres en la acción. La libertad consiste en darse cuenta de que uno se da cuenta de que quiere o no quiere las consecuencias de las propias acciones. Con mucho acierto indica Maturana; cuando hacemos esto, lo que nos pasa es que ponemos nuestros deseos en el espacio de nuestros deseos, y somos responsables de nuestra responsabilidad.

Para ser libres, hay que respetarse a sí mismo y al otro, y esto requiere ser aprendido, y se aprende viviéndolo.

4. Debemos de hecho o potencialmente, de una manera legítima, participar de los mismos dominios de acciones, de modo que podamos cooperar en la realización de cualquier proyecto común. Es decir, debemos potencialmente ser capaces de todo. 

Esto también debe ser aprendido, y se aprende haciéndolo.

Finalmente, indica el maestro Maturana :

Si queremos vivir en libertad tenemos que vivir en libertad, y para hacerlo tenemos que quererlo; si queremos vivir en el respeto mutuo, tenemos que vivir en el respeto mutuo, y para hacerlo tenemos que quererlo; si queremos vivir sin destruir nuestro mundo, tenemos que vivir sin destruirlo, y para hacerlo tenemos que quererlo...si queremos vivir en la reflexión que nos permite actuar libre y responsablemente en la reflexión sobre las consecuencias de nuestros actos, tenemos que hacerlo, y para hacerlo tenemos que quererlo, y para querer todo eso tenemos que vivirlo, y vivirlo desde pequeños, en la aceptación amorosa del mundo social que nos acoge y que contribuiremos a crear.

Qué tiene que ver esto con prevención de drogas ? Mucho, el respeto , la convivencia y la colaboración; son pilares de la prevención integral.