Clase de drogas: No hay ninguna clase específica, pero legalmente está clasificada en el programa I de narcóticos (clasificada por la DEA, Drug Enforment Administration, como de alto potencial de abuso y sin uso médico aceptado).
Drogas individuales: Marihuana de bajo grado ( de 1 a 3 por ciento delta-9-tetrahidrocannabinol [THC]) ; marihuana de alto grado o sinsemilla (de 7 a 8 por ciento de THC, hasta aproximadamente el 20 por ciento) ; hachís ( de 7 a 20 por ciento de THC ) ; aceite de hachís (hasta el 70 por ciento de THC).
Términos de uso común: Marihuana, Acapulco gold, Angoleña; Columbia golden, grifa, hierba, porro, María, sinsemilla; hachís, canuto, costo, chocolate.
Efectos
Las experiencias de la gente con la marihuana varían mucho, dependiendo de la potencia de la droga que consuman. En general, la marihuana fumada al principio relaja y mejora el estado de ánimo. Estos efectos se sienten a los pocos minutos, y media hora después de produce un estado de somnolencia y sedación. Algunas personas experimentan este estado como un estímulo seguido por una sensación de relajamiento y tranquilidad. Los consumidores pueden oscilar entre la hilaridad y el silencio contemplativo, y estos cambios de humor con frecuencia reflejan la situación del consumidor.
Cuando se ingiere hachís o marihuana de alto grado, los efectos tardan más (de una a dos horas) en sentirse y pueden producir una respuesta de tipo más alucinógena.
Los efectos de la marihuana en funciones mentales como el aprendizaje y la memoria pueden durar mucho tiempo después de la sensación placentera. Debido al tempo que tarda el cuerpo en eliminar el THC y sus metabolitos (algunos de los cuales también afectan a la función cerebral), las funciones cognoscitivas pueden permanecer afectadas durante un día o más después de una sola toma.
Sobredosis y otros efectos nocivos: La sobredosis letal es prácticamente imposible. La gente habla de una sensación de ansiedad o miedo después de fumar o después de una dosis particularmente alta. La conversación relajada y tranquilizadora con el consumidor es la mejor manera de tratar un episodio de esta naturaleza.
Aunque nadie se ha muerto por una sobredosis de marihuana, sí perjudica la capacidad de juicio y el tipo de coordinación compleja que se requiere para conducir un vehículo. Los accidentes automovilísticos y los errores peligrosos son los riesgos más grandes de intoxicación por marihuana. No obstante, las personas con afecciones cardíacas o problemas de tensión arterial pueden estar en riesgo porque el uso de la marihuana incrementa el ritmo cardíaco y le añade una carga adicional de trabajo al corazón. La marihuana también puede poner en peligro a consumidores involuntarios. Hay constancia de niños pequeños que han entrado en coma después de ingerir grandes cantidades de cannabis en galletas.
Aunque la investigación continúa, hay pruebas de que el consumo repetido de marihuana durante la adolescencia puede producir a largo plazo efectos en las funciones cerebrales como las que controlan ciertos aspectos de la visión. Además estudios recientes han indicado que los adolescentes corren mayor riesgo que los adultos con respecto al daño inducido por el THC en el aprendizaje y la memoria, y que el uso prolongado durante la adolescencia puede incrementar el riesgo de problemas psicológicos tiempo después.
Interacciones peligrosas con otras sustancias: Se ha trabajado poco en este tema, pero existen posibles peligros de interacciones con medicamentos para el corazón y la tensión arterial o inmunosupresores,. Además, un estudio demuestra que la combinación de marihuana con cocaína puede provocar efectos muy peligrosos en el corazón.
Breve historia
Todas las preparaciones de marihuana que la gente utiliza por las propiedades psicoactivas se derivan del cannabis. Los primeros relatos escritos sobre su cultivo aparecen en registros chinos del anno 28 a.C., aunque seguramente la planta llevaba miles de años cultivándose antes de esa época. Los escritos chinos indican que la planta se cultivaba por la fibra, pero también reconocían sus propiedades intoxicantes y medicinales. En efecto el THC (así como también la nicotina y la cocaína) se han identificado en los órganos internos de una momia egipcia de aproximadamente el año 950 a.C. Alrededor del año 1000 de nuestra era, el uso de la planta del cannabis como sustancia intoxicante se había extendido al Mediterráneo oriental, y los exploradores europeos regresaron contando historias fascinantes sobre los efectos del hachís.
El cannabis había sido introducido en Europa oriental mucho antes (alrededor de 700 a.C.), pero la cultura europea no se familiarizó con el hachís hasta que Napoleón entró en Egipto a comienzos del siglo XIX. En 1840, el uso recreativo de productos del cannabis (así como otras drogas) se había vuelto una práctica elegante entre artistas e intelectuales de Francia, muchos de los cuales consumían drogas en su búsqueda de nuevas formas de aumentar la creatividad y ampliar la visión del mundo.
Aunque los exploradores europeos originales llevaron las semillas de cannabis al Nuevo Mundo para producir cáñamo con el fin de fabricar sogas y tejidos, no fue hasta comienzos del siglo XX cuando la marihuana comenzó a impactar directamente sobre la sociedad estadounidense.
Continuaremos con los productos que se obtienen de la planta del cannabis en la siguiente entrega, con la finalidad de que se conozca todo lo concerniente a esta sustancia y de esta manera, cuando tengamos que expresar opiniones sobre ella, lo hagamos con conocimiento y fundamento.
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