martes, 15 de enero de 2013

REFLEXIONES PARA...

Los sujetos tenemos la capacidad de pensar, recordar, sentir y sobre todo de reflexionar sobre nuestros actos, en esta oportunidad vamos a poner a disposición de ustedes algunos pensamientos ilustrados para  realizar reflexiones que nos ayuden a esclarecer aspectos que no están lo suficientemente claros en nuestra mente; esperemos que sea de utilidad nuestro aporte.

Aprendamos a mirar.

No todo lo que existe es visible a nuestros sentidos, especialmente a nuestra vista, aprendamos a mirar lo que nuestros ojos no ven, pero que nuestro ser siente y percibe.

En muchas ocasiones esos sentimientos y percepciones nos anuncian situaciones que conocemos como pre-sentimientos, a los cuales no les prestamos atención y, que en muchos casos suceden.

Recordemos que más es lo que desconocemos de nuestro cerebro, que lo que conocemos.


Las cosas y las personas son como son, no como nosotros queremos que sean.

Una de las cosas que impiden el crecimiento de las personas es no respetar las singularidades que tenemos los seres humanos y pretender querer influenciar y hasta en algunos casos pretender obligar a responder, actuar, decir o hacer cosas tal cual nosotros pensamos o queremos que se hagan a nuestra manera.

Los seres humanos no somos iguales, somos diferentes y hay que respetar esas diferencias.

este pensamiento nos orienta en este sentido, revisemos su contenido con detenimiento para evitar ejercer coacción a nuestros hijos, estudiantes o personas que conviven con nosotros en nuestra comunidad.

Los docentes y las puertas

Muchas personas les atribuyen a los docentes propiedades sobrenaturales en el sentido que consideran que ellos pueden generar cambios en los estudiantes, sin pa participación y anuencia de ellos; cosa que

resulta a todas luces imposible debido a que nadie aprende por otra persona, cada quien tiene que vivir su propio proceso de aprendizaje.

El aprendizaje y la educación, no es un aspecto reservado para los estudiantes y los jóvenes; todos los seres humanos estamos aprendiendo permanentemente y uno de esos seres que jamás termina de aprender, aquel que es el eterno estudiante; ese es el docente, el profesor.

Por eso, con mucha razón se dice que el profesor es el único artista que nunca verá terminada su obra, debido a que el sujeto jamás termina de aprender.

El padre y el hijo.

Muchos padres son dados a aconsejar a sus hijos reiterando de manera por demás insistente sobre la manera como caminan en la vida...mira por donde andas, mira con quien andas, ten cuidado con quien caminas, etc.

Pero, así mismo, descuidan un importante detalle que es el ejemplo, que equivale a las huellas que dejan y que sus hijos las siguen; por eso nos pareció muy apropiado este mensaje en el que el hijo le dice a su padre:

Ten cuidado tú, recuerda que yo sigo tus pasos.

El mensaje esta tan claro que no admite más comentarios.

Raíces y Alas.

Uno de los legados más firmes que tenemos los padres es el de promover a nuestros hijos, quererlos, amarlos y educarlos.

En esa tarea cometemos muchos errores, especialmente cuando queremos que sean una extensión de nuestra persona y no le permitimos que se desarrolle acorde a sus propias capacidades, intereses y vocación.

Las alas que tiene todos los seres humanos, incluyendo a nuestros hijos, les permitirán volar de acuerdo a sus necesidades, hacia donde ellos consideren que deben hacerlo; la tarea que como padres o maestros nos queda, es solamente orientar y acompañarles en ese vuelo.

De la misma manera, las raíces les permitirán permanecer siempre tener los pies sobre la tierra, y no perder la noción de que a pesar de tener visiones muy elevadas, somos habitantes de la madre tierra y no podemos vivir en una nube de cualquier color que se nos ocurra pintarla. Ese es el mejor regalo que le podemos dar a nuestros hijos durante el proceso de formación y acompañamiento.

Deseos de aprender.

Docentes, por sobre todas las limitaciones que puedan tener durante el desarrollo de su incomprendida tarea, consideren siempre el deseo supremo que significa el deseo de aprender.

Nada, absolutamente nada es más poderoso en un niño que el deseo de aprender. consideramos que es un deber de cada docente impulsar ese deseo, materializarlo y, cuando consideremos que no existe o no tengamos desarrollada la capacidad para detectarlo; busquemos con paciencia y veremos que ese deseo existe en cada niño y en cada joven; sino lo vemos y promovemos, no podremos hablar de éxito en nuestra tarea educativa.

Esperemos que lo compartido sea de interés y utilidad para quienes tuvieron la paciencia y el interés de detenerse a compartir estos mensajes en nuestro blog.















No hay comentarios:

Publicar un comentario