DEPORTES / VIOLENCIA /DROGAS Y PREVENCIÓN

La Práctica de deportes se asocia con la prevención de drogas, es común escuchar que de el "deporte aleja a los chicos de Las Drogas, o la famosa frase" NO A LAS DROGAS, SI AL DEPORTE "; pero, realmente tenemos clara esta  relación de deportes, droga, violencia y prevención?.

Las diversas disciplinas deportivas tienen en su historia marcas de drogas, violencia y de prevención; uno de los deportes que tiene mayor popularidad, es sin duda el fútbol, es el que desata pasiones y concentra la atención de millones de personas en el mundo entero, el que paraliza las actividades en todos los países cuando se desarrollan los campeonatos mundiales.

La violencia es uno de los elementos que está Presente en la práctica del fútbol, en esta disciplina; agresiones entre jugadores, agresiones a los árbitros, invasiones de canchas de parte del público, intervenciones policiales para impedir linchamiento de árbitros o jugadores, grescas campales entre jugadores y lamentablemente casos de muertes empañan la historia de este deporte.

Ni qué decir de usos y consumos de drogas de parte de jugadores de renombre y otros no tan nombrados que truncaron o mancharon su carrera al ser descubiertos en su relación con las sustancias. Esto nos recuerda la cercanía de las drogas con el deporte, sea con los actores directos o con los espectadores que cuando celebran triunfos o lamentan derrotas, lo hacen en compañía de alcohol u otras drogas.

Los Entrenadores generalmente han sido jugadores y son las personas más cercanas a los jugadores o deportistas, son quienes orientan las actividades, las estrategias, lo que se debe hacer, cómo se lo debe hacer, etc. Ellos le indican a los jugadores cómo jugar, cuando meter fuerza, quemar tiempo, "atacar" por tal lado, "anular o aniquilar " a tal jugador contrario; es decir conducen el "juego". En otras palabras, son referentes para los jugadores o deportistas, por lo cual están obligados a tener buenas costumbres, excelente comunicación, manejar tolerancia y tener control emocional, utilizar un vocabulario apropiado, tener actitud modesta ante el triunfo y dignidad ante una derrota.

Los entrenadores deben inculcar, orientar a sus jugadores o deportistas actitudes respetuosas en la vida personal, en sus relaciones familiares, responsabilidades en sus tareas, el esfuerzo, la disciplina, el orden, la constancia, el cuidado de su salud, el manejo adecuado de la recreación; en resumen orientarlos a ser personas de buenas costumbres y que sepan convivir con la diversidad.

Al finalizar un partido, quienes pierdan, deben acercarse a sus rivales, a quienes triunfaron y felicitarlos, darles la mano y reconocer que fueron mejores, que hicieron bien las cosas, que se prepararon mejor, que fueron buenos adversarios y que reconocen en ellos ese esfuerzo. Evaluar el rendimiento, mejorar y duplicar esfuerzos para recuperar lo que se perdió; no culpar a otros de nuestro fracaso, caso contrario jamás vamos a crecer como personas, como deportistas.

El deporte es el camino para fortalecer nuestra personalidad, para ser mejores personas, para desarrollar habilidades, para ser felices haciendo lo que nos gusta, para aprender a trabajar en equipo, para comunicarnos mejor con las personas, para no ser egoístas, para ser ejemplo para niños/as, adolescentes, jóvenes y adultos en general.

Recordemos la vida ejemplar de algunos deportistas y glorias del deporte:

Alberto Spencer

Jéferson Pérez

Pelé

Aguiñaga

Jorge Delgado

Francisco Cevallos

Solamente por mencionar unos pocos, recordemos su vida familiar, su actitud, su responsabilidad en el cuidado personal. Estas personas serán siempre guías y orientadores para nuestras generaciones futuras.

Un entrenador no puede ser fumador, bebedor de alcohól, tener una vida familiar cuestionada, presentarse ante sus deportistas o jugadores con aliento alcohólico o con olor a cigarrillos u otras sustancias...no es fácil ser un buen entrenador, debe estudiar su disciplina, psicología evolutiva, comunicación, recreación, valores, ética; recordar que en sus manos está la formación no sólo de deportistas o jugadores, sino de personas y eso es una gran responsabilidad.

La violencia debe ser desterrada de los estadios y escenarios deportivos, las competencias tienen que ver con as capacidades y habilidades, con la técnica, el estudio, la disciplina, más no con la violencia, el atropello, el mal ejemplo; esto es lo primero que los entrenadores deben inculcar , orientar y esto se hace solamente con el ejemplo, no es que se puede decir maravillas de su vida personal o profesional y lo que vemos de esa persona es todo lo contrario, una vida familiar oscura, una vida personal reprochable, una vida profesional tormentosa, etc.

Ser deportista es ser persona preparada, modesta, que no se rinde ante la adversidad, que sabe expresar sentimientos , que es respetuoso ante el triunfo o la derrota; es una preparación y vida en permanente esfuerzo y sano disfrute.

Prevención es formar, construir un ser humano capaz de enfrentar sus problemas y adversidades con inteligencia y sobre todo; promover las potencialidades que todos tenemos.