domingo, 9 de diciembre de 2012

FAMILIA Y PREVENCIÓN INTEGRAL

Conceptos sobre familia

"Es el origen, la fuente, la encrucijada de todas las relaciones. Es el primer punto de encuentro de la vida biopsíquica, social y espiritual; es el nido esencial de la comunidad más íntimo y más estable que el hombre y la mujer puedan construir entre sí, dando origen al sistema de relaciones más necesario para el género humano y es la primera comunidad donde el valor personal y el valor social, irradian para vivificar a la humanidad".

Compartimos plenamente esta definición de Cistemas y Lamus, ya que integra todos los elementos y relaciones que se dan en la dinamia familiar.

Peña Vega nos ilustra con este concepto: "Es el conjunto de personas que viven habitualmente bajo el mismo techo, y por otra parte están ligadas entre ellas por lazos de parentesco, afinidad, de afecto o amistad". Es decir, aquí se destaca que lo importante en la familia, es la relación que se de en su convivencia.

Fernando Savater, en su obra El Valor de Educar, indica: "La educación familiar funciona por la vía del ejemplo, no por sermones discursivos de trabajo, y está apoyado por gestos, hábitos del corazón, chantajes afectivos junto a la recompensa de caricias y castigos distintos para cada cual, cortados a nuestra medida".

Gimeno Callado la define como "Una unidad de personas en interacción"; indicando finalmente que la familia se comporta como un sistema compuesto de individuos en relación duradera y sujetos a influencia de su entorno. La familia es algo más que la simple suma de sus miembros y sus características.

Con el objeto de resaltar la importancia de la participación de la familia en el procesos de orientación preventiva al consumo de Sustancias Psicoactivas, se señalan algunas características que debe reunir para contribuir efectiva y positivamente al proceso formativo en valores; lo que representa una fortaleza personal frente al consumo de sustancias.

Características

1. Buena relación de pareja: respeto, afecto, capacidad de escuchar y manera adecuada de abordar la resolución de conflictos.

2. Ausencia o bajo consumo de alcohol en los padres.

3. Ausencia de consumo de Sustancias Psicoactivas en los padres.

4. Presencia de ideas religiosas o espirituales en los padres.

5. La realización conjunta de actividades de padres e hijos, tales como paseos, juegos, visitas sociales, eventos escolares, compartir algunas comidas de forma regular. Estas actividades impiden el aislamiento de sus miembros.

6. Expresión abierta y cotidiana de cariño y afecto entre los diferentes miembros de la familia, mediante abrazos, caricias, palabras o gestos.

7. Reconocer, hablar y señalar en forma explícita y con regularidad de la creatividad, habilidades, capacidades y cualidades de cada uno de los integrantes de la familia, manteniendo una actitud de permanente asombro ante sus cambios y desarrollo.

8. Contar con reglas claras y coherentes que son producto de la concertación y del consenso; donde los roles están bien definidos y los límites entre generaciones posibilitan a su vez, la diferencia y la armonía.

9. Diálogo abierto, cariñoso, oportuno y muy atento sobre los diferentes temas que preocupan a cualquier miembro de la familia: "siempre cuenta conmigo, siempre puedo contar contigo".

10. La presencia de rituales que acercan o unen a la familia tanto en momentos de alegría que emanan de celebraciones conjuntas de cumpleaños, aniversarios, fiestas, triunfos; como en horas de tristeza ante la muerte, la tragedia, la derrota, etc. dado que ello le permite crear una red de apoyo, solidaridad y de sentido de pertenencia.

11. Contar con historias compartidas. El ser humano para afianzarse en su realidad, requiere las raíces que le ofrece el saber de dónde viene y qué le brindan los hechos en los cuales se reconoce como protagonista.

12. L desautorización de un padre a otro en presencia de los hijos, no se presenta o es rara. Las naturales discrepancias de los padres, son resueltas en ausencia de los menores o delante de ellos con una actitud de respeto y diálogo respetuoso; enmarcándolo dentro de la normalidad de las relaciones familiares; así, las discrepancias entre sus padres, los hijos las verán como las que todas las personas tenemos y que son normales.

13. Existe autonomía de los miembros de la familia, sin desconocer su estado de interdependencia y reciprocidad. Dentro del marco de respeto a la cultura y valores familiares, tanto los hijos como los padres pueden escoger con libertad sus creencias religiosas, manera de vestir, gustos, trabajo y profesión.

Se requiere trabajar en la educación y orientación familiar, como un elemento básico para la formación en valores, lo que sin lugar a dudas, disminuye la vulnerabilidad de los sujetos frente al consumo de Sustancias Psicoactivas.

Recordemos que sin familia no hay prevención.





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