sábado, 31 de agosto de 2013

DROGAS EN COLEGIOS...HASTA CUÁNDO ?

Esta es la pregunta que flota en los diferentes estratos de nuestra comunidad; la hacen los padres, educadores, autoridades, etc.

RESPUESTA

Consideramos que la respuesta frente a la pregunta : hasta cuándo drogas en los colegios ? es la siguiente:
Mientras exista droga en la sociedad, existirán drogas en los colegios. Esta es una dolorosa realidad que tenemos que aceptarla, ya que las instituciones educativas son un reflejo de la sociedad.

En nuestras cárceles se encuentran detenidas más de 13.000 personas, de las cuales cerca de 5.000 están por delitos relacionados con drogas. 

A esto debemos agregarle la ubicación geográfica de nuestro país: al norte Colombia, con miles de hectáreas de coca; al sur Perú, productor de pasta base de cocaína.

Ecuador en el centro, tal como un sánduche; por nuestros puertos sale una inmensa cantidad de drogas para América del norte, central y Europa; puertos como Manta, Guayaquil, Esmeraldas y Puerto Bolívar se caracterizan por un alto nivel de tráfico, usos y consumos de drogas, sicariato, crímen organizado. De toda esta nefasta realidad dan cuenta diariamente nuestros medios de comunicación; toneladas de droga interceptada, cantidades de personas detenidas, numerosos bienes muebles, inmuebles incautados, etc.

La extraordinaria labor que realiza la policía nacional con su Dirección Nacional Antinarcóticos, requiere urgentemente ser apoyada por un trabajo serio de prevención, dejar de lado las tradicionales charlas, conferencias, marchas , mensajes y desfiles contra las drogas y comenzar a intervenir con una prevención basada en evidencia científica que sustente todas las actividades inherentes a la prevención:

Investigación
Planificación
Contenidos
Metodologías
Capacitación
Información
Evaluación
Difusión
Comunicación
Materiales audiovisuales
Documentos, etc.

PREVENCIÓN BASADA EN EVIDENCIA CIENTÍFICA

No podemos seguir ejecutando actividades de prevención basadas exclusivamente en información sobre las sustancias y sus efectos, como si todos nuestros estudiantes fueran usadores o consumidores de drogas; desconociendo que los estudios e informes de Naciones Unidas nos indican que solamente el 0.1 % de las personas que usan drogas, llegan a tener un consumo problemático. 

No podemos tener a la policía en todos los planteles haciendo requisas generalizadas que en muchos casos atentan contra derechos establecidos en la Constitución, para eso se debe desarrollar trabajos de inteligencia que permitan determinar con precisión quienes son los expendedores de sustancias. Cuando se trabaja técnicamente, no son necesarias las requisas generalizadas, eso se da cuando no tenemos certeza dónde está lo que buscamos y pescamos a río revuelto .

No podemos desconocer que si un estudiante (menor de 18 años) tiene droga en su poder, es una víctima de una persona inescrupulosa que le dio la sustancia y, a esa persona que le provee , que  generalmente es un adulto, es sobre quien debe caer todo el peso de la Ley. 

No podemos seguir haciendo intervenciones preventivas en colegios, sino contamos con un diagnóstico psicosocial que nos oriente puntualmente a establecer objetivos claros en el trabajo preventivo.

No podemos pretender hacer prevención sin familia; cuántos planteles educativos tienen programas de orientación familiar? 

No podemos desconocer que más del 20% de nuestros jóvenes mueren por agresión, es decir tenemos un alto nivel de violencia en nuestro país.

No podemos desconocer que los docentes deben conocer nombres y apellidos de sus estudiantes, aunque sus cursos sean numerosos, hay estrategias para aprender nombres de estudiantes, que dicho sea de paso, todos los días estamos frente a ellos.

No podemos desconocer que los términos adictos, drogadictos, etc, son descalificadores, peyorativos y que no guardan relación con lo que establece nuestra Constitución en el artículo 364.

No podemos desconocer que lo que se prohíbe es lo que más llama la atención a los adolescentes y jóvenes.

No podemos desconocer que debemos preguntar a los estudiantes y a sus padres, qué problemas tienen ? y sobre esos problemas trabajar conjuntamente en el abordaje de los mismos y no traer programas enlatados que nosotros creemos que son los que se requieren.

No podemos desconocer que existe una investigación sobre usos y consumos de dogas en colegios del país que realizó el observatorio de drogas del CONSEP y que ahí se encuentran datos que luego de analizarlos entre los docentes, son de indiscutible utilidad para realizar actividades preventivas en las instituciones educativas.

No podemos desconocer que metodologías activas , participativas y  lúdicas son las que debemos emplear para en el trabajo preventivo y no sermones de lo que es bueno o malo.

No podemos desconocer que nuestros jóvenes a los 16 años se encuentran habilitados constitucionalmente para elegir Presidente de la República, Asambleístas, Alcaldes, etc. y que nuestra responsabilidad como docentes es prepararlos para que participen responsablemente en la vida política del país. Esto se consigue generando espacios participativos como conversatorios, foros, video-foros-teatro, dramatizaciones, etc.

PARA LA REFLEXIÓN

Las drogas vienen hacia nosotros?     o  nosotros vamos hacia las drogas?

El uso o consumo de drogas es el problema ? o el uso y consumo de drogas es consecuencia de los problemas que tenemos ?

La familia juega un papel importante en usos y consumos de drogas ?

La educación ( no la instrucción ) es el arma más poderosa para enfrentar los usos y consumos de drogas ?

El fenómeno social de las drogas es multicausal ? o es un asunto exclusivamente policial ?

Los contextos familiares, educativos , laborales y comunitarios influyen en la formación de las personas y en los usos y consumos de drogas?

CONCLUSIÓN

El fenómeno social de las drogas tiene muchas dimensiones : sociales, políticas, jurídicas, económicas, éticas, psicológicas, sanitarias, lúdicas, espirituales, religiosas, et. No nos olvidemos de eso.













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